por Andrea Rizzi
Existen desde la noche de los tiempos y, en épocas oscuras como esta, vuelven
a brotar como flores en primavera. Los estereotipos son muy resistentes. El
reciente estudio del Pew Center European unity on the rocks dedica un apartado a
comprobar cómo anda la cosa. El resultado, obviamente, no es ninguna
sorpresa.
Los europeos consideran que los más trabajadores del continente son los
alemanes; que los más corruptos son los italianos; que los menos trabajadores
son los griegos; y los menos corruptos... los alemanes, naturalmente.
Pero las estadísticas cuentan otra historia. Según un estudio publicado el
pasado mes de diciembre por el Office for National Statistics británico, el
pueblo que trabaja más horas por semana es... ¡el griego!
Según esa estadística, los griegos trabajan más de 42 horas por semana,
frente a las 35 de los alemanes. La productividad alemana es superior, pero
tampoco son los primeros en este apartado, sino tan solo los sextos.
Por supuesto, estos datos deben ser sometidos a muchas matizaciones. Se puede
observar que la oficina de estadística griega quizá no sea tan fiable como la
alemana (¿otro estereotipo?). U, objetivamente, que la masiva destrucción de
empleo de los últimos años fuerza a aquellos griegos que mantienen su puesto a
trabajar a destajo. Aun así, hay materia para poner en discusión certidumbres
sin cimientos.
Y, para desmentir otro mito, los datos del número de horas trabajadas
muestran que varios países católicos superan a otros protestantes, por muy
celebrada que sea su tradicional ética del trabajo.
no Babelia
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