02 agosto 2013

Sondagem da U. Católica realizada em 26,27 e 28 de Julho

Primeiras reacções ao «novo ciclo»



... e coisa nunca vista...


Esclareço que, de repente, não me tornei um «crente» acrítico das sondagens. A prova disso é que não reproduzo aqui a parte da sondagem sobre intenções de voto porque verifiquei que as estimativas de resultados foram calculadas apenas com base nas respostas expressas pelo diminuto número de 38% dos inquiridos, o que evidentemente nunca figurará em nenhum título.

Os infindáveis recursos de Relvas

Ditosa pátria que tais filhos tem...


Um «post» de choque

 Lamento discordar


Lê-se no Público online que «O PCP e o BE vieram nesta quinta-feira exigir a saída do actual secretário de Estado do Tesouro, Joaquim Pais Jorge, na sequência de uma notícia da Visão em que a revista dá conta de que, em 2005, enquanto responsável do Citigroup, o actual governante tentou vender ao Governo de José Sócrates contratos swaps que permitiriam fazer descer o rácio da dívida pública sobre o PIB, colocando os valores “fora do balanço”, sem que fossem contabilizados pelo Eurostat, o gabinete europeu de estatísticas.
"Se a ministra das Finanças não tem condições para continuar, naturalmente um seu secretário de Estado também não tem", assume o líder parlamentar do PCP, Bernardino Soares. "Alguém com este currículo não tem condições para ficar [no Governo]", conclui também a deputada do Bloco de Esquerda, Ana Drago.»

Por razões de idade e de formação, eu só posso apreciar e homenagear esta fidelidade do PCP e do BE à ideia nuclear de que o exercício de funções públicas e designadamente governativas se deve reger por exigentes critérios de dedicação ao interesse público. Mas, ao mesmo tempo, tenho de discordar destas atitudes a propósito de Pais Jorge porque me parecem revelar uma grande incompreensão para o facto de, depois de décadas de belos e grandes negócios privados feitos à sombra do Estado, estar naturalmente muito reduzido o campo de recrutamento político dos partidos do mal chamado «arco da governação». Se Clausewitz declarou que «a guerra é a continuação da política por outros meios», há muito tempo que eu não vejo outra coisa se não as funções governativas serem a continuação dos negócios por outros meios.

01 agosto 2013

Quando sobra sempre para os subalternos

Como Rajoy me desiludiu


No seu discurso perante o Congresso, Mariano Rajoy  sacudou toda a água do capote para cima do ex-tesoureiro do PP, Luis Barcenas, mas, ainda assim, segundo o El País «Rajoy ha asegurado que nunca ha cobrado dinero de manera fraudulenta y, que en efecto, sí ha recibido sobresueldos, pero que todo lo ha declarado a Hacienda y eso, ha añadido,  tiene más valor que "un renglón escrito al vuelo en un papel arrugado escrito a mano", en referencia a los manuscritos de Bárcenas.
Confesso a minha profunda e dilacerante desilusão. Mentiras por mentiras, estava antes à espera que Rajoy declarasse perante o Congresso que o malandro do Barcenas andou perto de uma década a tomar minuciosamente apontamentos de falsas entradas ilegais de dinheiro no PP e de falsos pagamentos de «sobresueldos» a dirigentes do PP só para perversamente os tramar se um dia as comadres se zangassem.

Ainda «a reforma do IRC»


É oportuno recordar quem, há quatro ou cinco campanhas eleitorais, Paulo Portas declarava que o IVA era «o imposto mais injusto do mundo» porque «era o mais cego». Lembro-me perfeitamente disto porque num folheto eleitoral da CDU nessa campanha essa afirmação era objecto de um curto «insert».

Contratos a prazo

Agora já percebi aquela da "passadeira vermelha" estendida pela UGT


Sabendo-se que sem um crescimento económico de pelo menos de 2% não haverá qualquer diminuição significativa do desemprego, o uso da chantagem do desemprego como alternativa a este prolongamento de mais um ano do período máximo de tempo para os contratos a prazo devia então, em estrita coerência, levar o governo e a UGT a defenderem a eternização, ou seja sem quaisquer limites temporais, dos contratos a prazo.

30 julho 2013

Hoje na A.R.

Ora tomem lá a confiança !



No «El País Semanal»

Crónica da escritora
Almudena Grandes

sobre este tempo selvagem


«Es una oportunidad, le dijo su padre, una oportunidad, insistió su madre, una oportunidad, concluyó ella misma.
Hace seis años, Isabel trabajaba en una tienda de ropa de una gran cadena, en un centro comercial del Puerto de Santa María. Aquel trabajo se le daba tan bien, y le gustaba tanto, que compensaba con creces los 90 kilómetros, casi dos horas en cuatro trayectos de ida y vuelta entre Rota y El Puerto, que tenía que hacer a diario. Entonces, un buen día, empezó a oír hablar de la crisis como de un animal mitológico, un país lejano, una tormenta que apenas se insinuaba en el inmaculado horizonte de un cielo azul y veraniego. ¿Qué pasó después? Todavía no es capaz de explicárselo. Todavía no ha cumplido 30 años y ya lleva cinco en el paro.
Durante cinco años, el paro ha sido para Isabel un desierto plano e infinito, sin forma y sin relieve, un paisaje absolutamente estéril donde, por no haber, ni siquiera subsiste el espinoso esqueleto de algún matorral seco. Nada por delante, nada a los lados, nada por arriba y nada por abajo, nada. Y no será porque no lo haya intentado. Todos los supermercados, todas las oficinas, todas las tiendas y hasta las farolas de su pueblo, han dispuesto muchas veces de su nombre y su teléfono. Lo demás, que está dispuesta a hacer cualquier cosa, lo que sea, se sobreentiende. Por eso, cuando la llamaron de un hotel de Costa Ballena para ofrecerle una plaza de animadora, ni siquiera se paró a pensar que nunca había hecho nada parecido, que no tenía experiencia para entretener a un montón de niños. Era una oportunidad, así que se arregló, respiró hondo, le pidió prestado el coche a su padre y se fue a hacer la entrevista. Cuando entró en aquella oficina, seguía creyendo que estaba dispuesta a todo. Aún no sabía lo que significaba exactamente esa palabra.
Isabel es joven, atractiva, tiene buena presencia, una voz agradable, así que todo fue sobre ruedas hasta que llegó el momento de pactar las condiciones económicas del trabajo.

Después, durante un rato, tampoco pasó nada, porque necesitó algún tiempo para procesar lo que estaba escuchando, y sumar, y restar, y comprender al fin qué clase de oportunidad le habían puesto entre las manos.
“Durante cinco años, el paro ha sido para Isabel un desierto infinito, un paisaje estéril”
–Pero… Si entro a las nueve y media, y salgo a las nueve y media –recapituló en voz alta–, no puedo venir en autobús porque no me encajan los horarios.
–Ya, pero me has dicho que conduces y tienes coche.
–Sí, eso sí, pero… Claro, son doce horas…
–Once –su interlocutor seguía impertérrito, una sonrisa tan firme como si se la hubieran tatuado encima de los labios–, porque tienes una para comer.
–Claro –volvió a repetir ella–, pero en una hora, entre ir y volver… No me merece la pena comer en Rota, así que tendría que tomarme aquí un bocadillo.
–Claro –el hombre sentado al otro lado de la mesa pronunció aquella palabra por tercera vez–, o lo que quieras. Podrías traértelo de casa, porque el empleo no incluye la comida.
–Claro –y nada estuvo nunca tan oscuro–. Pero entre lo que me gasto en gasolina, en comida… –antes de llegar a una conclusión definitiva pensó que todavía le quedaba un clavo al que agarrarse–. ¿Y la Seguridad Social?
–Una hora.
–Una hora… ¿Qué?
–Te aseguramos una hora por cada día trabajado.
Isabel recapituló para sí misma. La oportunidad que le estaban ofreciendo consistía en trabajar 11 horas diarias, sin transporte y sin comida, por 350 euros al mes y una cotización 10 veces inferior a la que le correspondería. No se lo podía creer, pero todavía le quedaba una pregunta.
–Perdone, pero… ¿Esto es legal?
Su interlocutor se recostó en la butaca y se echó a reír.
–Por supuesto que sí. ¿Qué te creías?

(Esta es una historia real. Isabel existe, y la oferta de empleo que no aceptó, porque trabajar 11 horas diarias casi le habría costado dinero, existe también. Costa Ballena está en la provincia de Cádiz, a un paso de Sanlúcar de Barrameda, que mira a Doñana desde la otra orilla del río Guadalquivir. Para llegar a la ermita del Rocío desde allí, sólo hay que atravesar el Coto, y por eso tengo el gusto de dedicarle este artículo a doña Fátima Báñez, devota rociera, autora de la reforma laboral en vigor y ministra de Trabajo del Gobierno de España).