«Cuatro cartas encontradas en la fosa común 127 del cementerio de Paterna han permitido identificar a un represaliado de la dictadura y contactar con sus descendientes, que ahora conocen mejor la historia de su abuelo. La correspondencia en las prisiones entre condenados a muerte y sus familias muestra cómo eran las últimas horas de vida de las víctimas de la represión franquista. Recuperamos otros tres casos en los que se conserva la correspondencia entre fusilados y familias.»
Por Rosa García, miembro de La Comuna.
«(...) Tras el golpe militar fascista de Franco, las mujeres republicanas sufrieron una represión feroz, selectiva y organizada. Fueron encarceladas, torturadas, violadas, humilladas, rapadas, fusiladas o asesinadas a garrote vil o a golpes, enterradas en fosas comunes, en cunetas, en descampados, ocultadas a sus familiares, despojadas de todo lo suyo –incluso de sus propios hijos–, anuladas. Esta represión extrema tenía como objetivo, primero, erradicar las ideas de igualdad y liberación que apenas habían empezado a aparecer en la II República pero que habían adquirido un papel muy importante en la lucha contra el fascismo. Segundo, como venganza y chantaje contra los hombres de su familia que defendían la legalidad republicana. Tercero, como piezas del botín de guerra del bando franquista.(...)
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