Palavras de Alberto Garzon
(Esquerda Unida)
«El coordinador federal de IU interviene en el acto
organizado por Unidos Podemos en el Congreso para homenajear al
antifranquismo en el 40 aniversario de las primeras elecciones
democráticas de 1977 y apunta que “todos los derechos sociales, civiles y
económicos que disfrutamos no cayeron del cielo ni fueron concedidos,
fueron arrancados por quienes habían luchado en las calles”
El coordinador federal de IU
interviene en el acto organizado por Unidos Podemos en el Congreso para
homenajear al antifranquismo en el 40 aniversario de las primeras
elecciones democráticas de 1977 y apunta que “todos los derechos
sociales, civiles y económicos que disfrutamos no cayeron del cielo ni
fueron concedidos, fueron arrancados por quienes habían luchado en las
calles”
Alberto Garzón, en nombre de Izquierda Unida, se ha comprometido hoy
ante destacados/as representantes de quienes lucharon contra el
franquismo “con un coste altísimo” a que esta organización, al igual que
el PCE, “continuará esa lucha para mejorar esta democracia de mínimos”.
El
coordinador federal de IU hizo esta solemne declaración de intenciones
durante el emocionante acto organizado en dependencias parlamentarias
por Unidos Podemos para homenajear a los/as luchadores antifranquistas,
con motivo del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas de
1977. Este reconocimiento tuvo lugar una hora y media antes de que
comenzara el otro acto oficial organizado por el Congreso para
conmemorar esos mismos comicios y la Constitución de 1978, que han
presidido los reyes.
“Somos conscientes -aseguró el máximo
responsable de IU- de que la democracia no es un instrumento neutral, es
una conquista que se produce después de mucho esfuerzo. No podemos
concluir que hubo unos ‘padres de la democracia’ que un buen día
decidieron concedérsela generosamente al pueblo, sino que es el
resultado histórico de un pueblo que se movilizó contra la dictadura con
un coste altísimo”.
Explicó que ese coste “se produjo en el marco
no sólo de la dictadura, sino también de la llamada transición. Algunos
consideramos que no fue modélica, ni mucho menos, y que no sólo tuvo un
clima particular sobre el que ya se ha hecho referencia, sino que
también implicó centenares de muertos asesinados por parte del Estado,
por grupos paramilitares y de extrema derecha que lo que hacían eran
cercenar las posibilidades de construir una democracia en condiciones”.
Alberto
Garzón destacó que “nuestros padres, madres, abuelos y abuelas hicieron
todo lo posible para traer la democracia y la correlación de fuerzas
fue la que fue. Nadie puede negar ningún tipo de esfuerzo a las
generaciones anteriores, todo lo contrario, lo único que nos queda es
ese reconocimiento. Pero somos conscientes de que continuar esa lucha
significa continuar mejorando todo lo que esta democracia de mínimos,
esta ‘democracia falsa’ a la que hacía referencia Julia en un principio,
tiene que mejorar”.
Hacía así referencia a Julia Hidalgo,
luchadora antifranquista e histórica militante del PCE, que también tuvo
una sentida intervención en el acto, en la que denunció que la
“impunidad franquista campa a sus anchas” a día de hoy, sin que se hayan
alcanzado las cotas de democracia que pretendían muchos/as de quienes
pagaron con su vida, con torturas o con la cárcel sus esfuerzos.
Garzón,
al que acompañaban los/as diputados/as y senadores/as de Izquierda
Unida, además de parlamentarios/as del grupo confederal y de otras
formaciones, vestía al igual que sus compañeros/as de formación una
camiseta blanca. Él mismo se encargó de explicar que “la camiseta que
algunos llevamos hoy dice ‘El hilo rojo de la democracia’, con una
imagen de Alberti y de La Pasionaria. Lo hacemos por dos motivos:
primero porque creemos que todos los que estamos aquí nos sentimos
herederos de las luchas, de los principios y valores que os movieron a
enfrentaros a retos muchos más difíciles de los que nosotros estamos
enfrentando a día de hoy, porque implicaban la posibilidad de ser
reprimidos o asesinados, y porque necesitamos proyectar esa lucha que
ustedes y vosotros/as llevasteis en el pasado hacia el presente y hacia
el futuro”.
“Eso es lo que con toda humildad estamos tratando
de hacer -apostilló-, con aciertos y con errores, pero sintiéndonos
parte de la historia de la democracia en este país, que es la historia
de quienes lucharon para construir la democracia y no para impedirla,
como ocurría con los dirigentes del franquismo.
Apuntó también que
“en segundo lugar porque, derivado de ello, llegamos a la conclusión de
que todos los derechos sociales, civiles y económicos que disfrutamos
generaciones posteriores no cayeron del cielo ni fueron concedidos,
fueron arrancados por quienes habían luchado en las calles precisamente
enfrentando esos retos a los que hacía referencia”.
Para Garzón,
“no sólo se trata de la memoria, sino que se trata de entender el
presente. Es imposible entender a Martín Villa en este Congreso o a las
redes oligárquicas de este país sin entender lo que fue realmente la
transición, sin entender que ese no fue sólo el olvido de los delitos,
sino también el olvido de cómo una oligarquía construyó una estructura
de poder que se mantiene intacta en los días actuales”.
Recordó
que “las grandes fortunas de nuestro país que hoy manejan los hilos de
la democracia, de la mal llamada democracia, son las mismas familias,
los mismos apellidos, las mismas personas en muchos casos, que tenían
ese mismo poder durante la dictadura. Creemos que para transitar hacia
una democracia de verdad, en el sentido de recuperación de la memoria y
de vigencia efectiva de derechos sociales y económicos, es necesario
cuestionar la estructura de poder”.
“Pero que no se nos olvide
-advirtió-, cuestionar la estructura de poder en este país es cuestionar
también la transición española tal y como se hizo de forma efectiva.
Por lo tanto, nosotros no podemos compartir el acto oficial tal y como
se ha presentado, en el que se ignora una parte de la verdad,
probablemente la parte más importante, que es la de vosotros y vosotras,
la de quienes habéis traído verdaderamente la democracia. Vuestros
anhelos, vuestros sueños, los llevamos con nosotros y los vamos a seguir
llevando hacia el futuro”.
Alberto Garzón concluyó su emocionada
intervención asegurando que “lo único que podemos decir aquí es
‘Gracias’, en nombre del grupo y, particularmente, en nombre de
Izquierda Unida y del PCE. Vamos a continuar vuestra lucha, porque sin
ella este mundo sería mucho peor; gracias a vosotros y a vosotras este
mundo no es tan malo como algunos de aquellos a los que se va a poner la
medalla les hubieran gustado”.
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