17 abril 2012

Juan Carlos, o elefante e a cadeira

Diz-me o calibre da bala,
dir-te-ei o calibre do Rei


Os interessados podem ler aqui uma saborosa revista de imprensa sobre este momentoso assunto assinada por José Maria Izquierdo no El País. Eu, por mim, não conseguindo imaginar que no Botswana, o encontro de Juan Carlos com a caça grossa decorresse num cenário de coragem  tipo «duelo ao pôr do Sol», só me resta expressar sentidas condolências às famílias  enlutadas dos animais abatidos.
E, entretanto, apreciem esta crónica no mesmo jornal da escritora Rosa Montero:



No este Rey

La crisis arrecia y tal vez no sea el momento de cambiar el sistema. Pero sí podemos cambiar a este Borbón: que se vaya

En las críticas contra el Rey de estos días suele haber una frase agradeciéndole “sus grandes servicios al país”. Se refieren a que en el 23-F apoyó la democracia. Yo creo que al defender la legalidad simplemente hizo su deber, así que eso de los “grandes servicios” me parece una hipérbole cortesana. Pero vale, vamos a agradecérselo, porque desde luego lo podría haber hecho mucho peor, como tantos monarcas que la pifiaron a lo largo de la Historia.
Siempre pensé que tanto la monarquía constitucional como el sistema presidencial tienen sus pros y sus contras. Pero desde que he visto las fotos del Rey convertido en un vetusto Gran Soberano Matarife en África (más parecido a Idi Amin que a la Reina Margarita de Dinamarca, por poner un ejemplo), me ha entrado un frenesí republicano. Ya se sabía que era cazador; ya se habló en 2006 del supuesto oso domesticado, que, según un funcionario ruso, le habrían echado al Rey en Rusia para que lo matara. Pero que ahora, justo ahora, salgan a la luz las opulentas carnicerías, los búfalos a pares y los elefantes convertidos en un muro rugoso de carne ensangrentada, es algo indecente e indignante. Por la burda ostentación económica en tiempos tan amargos; por la falta total de sentido de la realidad; por la irresponsabilidad. ¿Qué patológica inseguridad puede llevar a alguien a tener que matar un maravilloso elefante para reafirmarse? Por todos los santos, ¡pero si ya es Rey! ¿Qué más necesita para sentirse importante? ¿Montarnos una guerra? Me gusta el animalismo de la Reina y el Príncipe Felipe me cae bien. La crisis arrecia y tal vez no sea el momento de cambiar el sistema. Pero sí podemos cambiar a este Borbón: que se vaya. Mientras tanto, y para hacer dedos, echémosle de la presidencia ecologista de WWF: http://actuable.es/peticiones/que-rey-juan-carlos-i-deje-ser-presidente-honor-de.

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